Entrega de premios del XXII Campeonato de Escanciadores de Asturias
La entrega de premios del XXII Campeonato Oficial de Escanciadores que se celebró ayer en el Restaurante Amandi, en Villaviciosa, se convirtió en un reinvindicativo foro de defensa para lograr el reconocimiento de la categoría profesional a quienes trabajan escanciando sidra a diario. Tanto representantes políticos, hosteleros, el coordinador del envento Enrique Tuya, incluso bancarios y demás personalidades asitentes a la entrega de premios apostaron durante sus intervenciones por dignificar su figura porque existe la necesidad de potenciar la figura del escanciador y todos tenemos que trabajar en esa dirección.
Recordemos que hemos presentado la sidra para que sea reconocida como Patrimonio de la Humanidad, pero no podemos olvidar que primero ya es patrimonio de Asturias y de los asturianos que, como tal, debemos cuidarla y respetarla, al igual que a estos profesionales capaces de dar a la sidra todo su esplendor gracias a su forma de echar un culín. Esto sin duda contribuirá a realzar el sector sidrero y a ser identificados en el mundo entero por la calidad y el escanciado de la sidra, arte que sólo se practica en el Princiapado de Asturias.
En cuanto al concurso en sí, cabe destacar que el nuevo sistema de puntuación implantado este año hizo que la clasificación estuviera muy reñida, decidiéndose el ganador en el último concurso, el de Arriondas. Allí fue donde el ecuatoriano Jorge Vargas, de la Sidrería El Otru Mallu, de Gijón, se alzó vencedor y batió el récord con 118,40 puntos, rozando la perfección del escanciado. Le siguieron sus compañeros Wilkin Aquiles y Salvador Ondó del Mallu, Jeison Franco y Loreto García, primera asturiana del ránking de las sidrerias madreñeru y manolo jalin en Pola de Siero. En cuanto a la modalidad de equipos, Ernesto Álvarez, propietario de las sidrerías El Mallu, El Otru Mallu y El Mallu del Infanzón, recogió el primer premio.
Los Siceratores concedieron su primera Montera de Oro al ganador, es de color Oro para identificarle como tal y representar el color de nuestra bebida por excelencia, la sidra. Además, también llevará el arlequinado verde botella y marrón de los colores de la indumentaria de la cofradía de la sidra.
Sólo Asturias puede presumir del arte del escanciado y desde aqui queremos apoyarlo y apostar por su reconocimiento como profesión que sin duda se va extendiendo y potenciando ya que en los últimos años escanciadores latinoamericanos o incluso africanos se apoderan del podium demostrando que este arte no entiende de razas, ni de colores, ni de nacionalidades sino de pasión por la Sidra!
Enhorabuena a todos los ganadores y sidrerias que hacen posible que cada año exista más nivel y mayor compromiso con el mundo de la sidra.
Aqui os dejo un vídeo del ganador Jorge Vargas recibiendo su premio!